El Maha Yoga o Yoga Supremo es una ciencia integral. Con su milenaria sabiduría, previene, cura y preserva la salud de la embarazada, a la vez que promueve la evolución perfecta de la gestación. Durante el embarazo no sólo hay que renunciar a la ropa habitual, sino también a las costumbres y hábitos en cuanto a la higiene personal se refiere.
Debido al desequilibrio hormonal que el embarazo provoca se producen cambios físicos, pero también psíquicos y de personalidad, tanto la piel como el cabello sufren modificaciones que ocasiona la gestación. Aparecen manchas en las mejillas y en la frente, debido a las alteraciones de la pigmentación de la piel. El cabello tiende a la sequedad, este cambio se debe a las glándulas sebáceas que por el desequilibrio hormonal ya mencionado baja su producción. Además la embarazada presenta un incremento del volumen sanguíneo, el corazón se encuentra algo sobrecargado, se alteran los valores hemáticos dando paso a la clásica anemia de dilución. Una buena alimentación es fundamental para la formación del nuevo ser, la dieta debe ser de 1500 calorías al día en hidratos de carbono; de 500 calorías al día en proteínas y de 400 calorías al día en grasas. Es recomendable ingerir pan integral, beber mucha agua o tés de hierbas; en esta etapa aparecen al levantarse náuseas y vómitos, un aumento en el consumo de oxígeno, debido a un mayor número de respiraciones por minuto, aparte del aumento de la orina y de peso. Pueden manifestarse molestias en la columna vertebral, lo que redunda en una lordosis, disminuye la secreción gástrica y el peristaltismo intestinal, ocasionando estreñimiento y dificultades en la digestión. Todos estos cambios físicos y limitaciones, tras el parto desaparecen. En cuanto al cuerpo, es fundamental saber que la práctica de Yoga Chikitsa: Asanas (posturas), pranayamas (respiraciones), visualización y relajación son útiles para estimular un parto menos doloroso y más placentero, creando equilibrio y armonía entre la madre y el feto.
El Yoga practicado muy asiduamente contribuye a que la gestante afronte, debidamente sus temores, angustias y ansiedades.
Dos almas se pondrán en movimiento dejando fluir el amor de una a la otra.
Debido al desequilibrio hormonal que el embarazo provoca se producen cambios físicos, pero también psíquicos y de personalidad, tanto la piel como el cabello sufren modificaciones que ocasiona la gestación. Aparecen manchas en las mejillas y en la frente, debido a las alteraciones de la pigmentación de la piel. El cabello tiende a la sequedad, este cambio se debe a las glándulas sebáceas que por el desequilibrio hormonal ya mencionado baja su producción. Además la embarazada presenta un incremento del volumen sanguíneo, el corazón se encuentra algo sobrecargado, se alteran los valores hemáticos dando paso a la clásica anemia de dilución. Una buena alimentación es fundamental para la formación del nuevo ser, la dieta debe ser de 1500 calorías al día en hidratos de carbono; de 500 calorías al día en proteínas y de 400 calorías al día en grasas. Es recomendable ingerir pan integral, beber mucha agua o tés de hierbas; en esta etapa aparecen al levantarse náuseas y vómitos, un aumento en el consumo de oxígeno, debido a un mayor número de respiraciones por minuto, aparte del aumento de la orina y de peso. Pueden manifestarse molestias en la columna vertebral, lo que redunda en una lordosis, disminuye la secreción gástrica y el peristaltismo intestinal, ocasionando estreñimiento y dificultades en la digestión. Todos estos cambios físicos y limitaciones, tras el parto desaparecen. En cuanto al cuerpo, es fundamental saber que la práctica de Yoga Chikitsa: Asanas (posturas), pranayamas (respiraciones), visualización y relajación son útiles para estimular un parto menos doloroso y más placentero, creando equilibrio y armonía entre la madre y el feto.
El Yoga practicado muy asiduamente contribuye a que la gestante afronte, debidamente sus temores, angustias y ansiedades.
Dos almas se pondrán en movimiento dejando fluir el amor de una a la otra.
Maestra Elena Annette Pereyra
(Karma Kunga Drölma)
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